
Conducción en “flow” es un estado de conducción que se da principalmente en motoristas -lo que supone todavía más riesgo- pero también en la conducción de coches en la cual disminuyen el control y la reflexión conscientes al sumergirse completamente en la actividad -la conducción-, lo que supone asumir más riesgos y circular más rápido de lo que es adecuado.

El conductor se empieza a relajar, centra su total atención en lo que le transmite la conducción por lo que pierde la noción del entorno, baja su percepción del riesgo al mismo ritmo que aumenta su disfrute y va aumentando su velocidad… solo abandonan este estado cuando experimentan una fuerte distracción, un susto o un miedo repentinos al detectar un elemento inesperado en la carretera.
